De las barajitas recolectadas hasta Panamá!

Con esto de empezar a correr, me he dado cuenta que además del reto que significa superarme a mí misma, me ha ayudado a no pensar en ciertas preocupaciones. Bueno, en la única preocupación que tenemos la tan discutida "minoría" de los venezolanos: ¿cómo hago para huir de aquí? 


Este tema del plan B, de las amistades que ya no están en el país, de pensar si seré yo la última en saltar del barco, más el reloj cronológico corriendo, genera un sentimiento difícil de describir: frustración + miedo + dolor de estómago.


Supongo que es como lanzarse al vacío, ver que todo pasa lento, aun cuando sin darte cuenta han pasado más de 10 años, y tú estas en el mismo sitio, esperando que ocurra el milagro.


Probablemente, sólo un venezolano puede entender lo que se siente, estar en esta "democracia" que más que participativa es como tener un detonador en las manos, sin saber dónde o cuándo explotará la bomba .


Irse es una decisión de vida y en mi caso, la planificación es el punto de discusión con Giancarlo. Él quiere tener todo listo. Yo quiero lanzarme al vacío.


(Silencio) No hemos llegado a un acuerdo, y es difícil tratar de no discutir, y más complicado aún que alguno ceda. 


Mientras tanto, prefiero no pensar y sólo correr. De hecho, he comenzado a coleccionar los tickets del estacionamiento que me dan cada vez que voy al Parque de Este, como un incentivo y un recordatorio...


Aunque en el fondo espero que un día no pueda seguir coleccionándolos porque el milagro ocurra, lleguemos a un acuerdo, y un día me consiga en otro país, buscando un nuevo "Parque del este" que conquistar.


... Lo más cerca que he estado últimamente de otro país, fue la reseña que publicaron en el periódico El Venezolano de Panamá, sobre mi post de Reverón. Por algo se empieza no? - Gracias a Milka, por recomendar mi blog! <3!