7.02.2011

Sobre una buena parrilla y las desventuras de mi niñez

Desde que la nutricionista me dijo que tenía anemia, he tenido que comer carne y tomar jugos de guayaba, con mayor regularidad de la acostumbrada. De hecho, simplemente con regularidad. No soy muy dada a la carne. 

Cada vez que me toca cocinar algún bisteck invierto al menos 20 minutos en caerle a martillazos al pobre pedazo de carne que nada me ha hecho. Además, escudriño muy bien cada centímetro para eliminar cualquier línea blanca que pueda ser indicio de grasa, y no precisamente por temas de salud, sino porque me da asquito.

Cuando era pequeña, cada vez que me "torturaban" con un plato de papas fritas y lomito, tenía que aplicar diversas técnicas para librarme con suerte del trozo de carne: 

1.- La técnica del lanzamiento: la mesa de la cocina estaba justo al lado de la nevera, así que con un rápido y acertado movimiento, podía lanzar la comida justo detrás de la nevera. Fue una maravillosa técnica, hasta que decidieron mover la nevera para limpiar muy bien, porque la cocina olía raro (Claro, calculen 2 trozos de carne por semana, durante 2 ó 3 meses...)

2.- La técnica de la hermana menor: al ser la hermana mayor supe desarrollar el milenario método de la manipulación: "Aixa, si no te comes mi comida, no te presto mi _______________ ...(Rellene con cualquier artículo o juguete deseado por mi hermana)

3.- El último bocado siempre era una desgracia, cuando no lograba aplicar ninguna de las técnicas anteriores y ya sencillamente no podía más, escondía ese pedazo dentro de alguna servilleta que luego lanzaba por la ventana ¡Qué momento más liberador!

... Pero eso ocurrió hace mucho tiempo, ahora sólo limito mi consumo de carne y masacro cada pedazo cuando me toca prepararlo. 

Ahora, hay un sitio en el que me encanta comer parrilla porque la carne es perfecta: jugosa y rica. Se llama Papa Grill y es un mini local que queda en La Castellana (Entre Vía Apia y Prolicor). 

El menú es súper amplio y la carne no sólo es de verdad sino que es exquisita: hamburguesas y parrillas de pollo, carne o mixtas son la especialidad de la casa. Además, tienen salsas muy ricas para acompañar: guasacaca y tártara son las favoritas; o también pueden pedir un extra de queso fundido. 


El menú



Parrilla Papa Grill y Parilla Mixta
3 leches


Y para cerrar los postres son divinos y caseros: tres leches, marquesas de chocolate, pie de limón o parchita...

Si les provoca un buena y gruesa hamburguesa, antes de llegar a McDonalds, párense en Papa Grill y coman de verdad...

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