Para mi es todo lo contrario. Conozco mucha gente tatuada con "cargos importantes", madres ejemplares, gente de bien, con un nivel de cultura y educación envidiable. Así que depende del prisma con qué se mire.
Lo que si es cierto, es que es un arte. No todo el que tenga una máquina y una piel a disposición puede ser un artista, así como no todo el que tenga un pincel y un lienzo lo es.
Pintar sobre la piel no sólo requiere experiencia -obvio- sino tener la capacidad de trabajar en múltiples dimensiones, pliegues, cuerpos, poros, y tipos de piel diferentes. Sencillo no es.
Para el que quiera un tatuajes es una decisión de vida importante: no sólo lo que te quieres hacer, sino con quién. Gracias a Dios, nosotros tenemos unas bellezas hechas por Yoset de Mithos Tattoo, un experto en el diseño japonés.
Hoy tuvo un workshop, donde dio una clase magistral a un grupo de 15 tatuadores. Sólo puedo decir, que me siento feliz de tener una pieza de él, y que sé que quiero más.
Sebastian: uno de los mayores placeres de haber terminado el postgrado, es que puedo raptar a mi sobrino a mi gusto. Dormir la siesta con él, verlo jugar con Bella, y escuchar su perorata sin límite de tiempo, es una bendición. Es increíble como se quiere algo tan chiquito y cómo salta el corazón de alegría cada vez que me dice: Titi.
Amo tu blog...
ResponderEliminar