6.24.2011

Tesis entregada. Felicidad empastada

Luego de un año y medio de claustro en el Iesa, al fin entregamos la tesis. Ahora sí se puede decir que estamos graduadas.


Cuando comencé en el Iesa, estaba segura que iba a ser una pesadilla. Todo el mundo sabe que los que egresan de ahí son todos unos almidonados de pantalón caqui y camisita de cuadros, con el pelo de medio lado, muchachitos engreídos, que ven por encima del hombro cualquier cosa diferente. 


Así que, ante ese funesto panorama, no se puede hacer otra cosa más que rebelarse. Primer día de clase, jeans rotos, converses sucios, camisa estampada completaban mi pinta de rarita, con mis tatuajes y con cara de "Los odio a todos"


Prejuicios. Me conseguí con un grupo de guarros maravillosos, de gente como uno de esa que habla sin pelos en la lengua, de los que prefieren sentarse en una tasca, reírse de la vida y tomarse las cosas con calma. Ese tipo de personas que tiene la maravillosa capacidad de burlarse de sí mismos, y de los cuadros eróticos del Iesa. 


Cuentos muchísimos, chistes internos más aún... Así que, al entregar la tesis, luego de tanto esfuerzo y lindas vivencias, fue inevitable caminar con la sonrisa más estúpida del planeta dibujada en el rostro. Grabamos el momento, por supuesto. 


Disculpen el nivel de idiotez del video y la risa fácil. No es un vídeo para todo el mundo, es un recuerdo para nosotras.




Apartado: Aun cuando nosotras ya entregamos nuestras tesis, Ale y Hernán siguen en eso. Los vamos a extrañar en la graduación. Pero, siempre hay esperanzas... 

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