También es el nombre de un restaurante con poco tiempo en la movida capitalina, que definitivamente le hace honor a su nombre: el naranja, el verde, y el amarillo destacan exquisitamente en cada rincón del lugar. Es un placer visual estar sentado en cualquier rincón de ese local.
Además, su propuesta traspasa los límites de un simple lugar bonito para comer, cuentan con exposiciones de artistas, propuestas musicales para algunos días de la semana y unos exquisitos mojitos para disfrutar de una noche tranquila.
Si aun no lo conocen, pasen y disfruten un rato, están ubicados en la Torre Galipan (El súper edificio moderno que construyeron al lado del lido) y cuenta con estacionamiento gratuito
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