5.21.2011

El arte: eso que a veces es tan intangible

El arte a veces suele desconcertarme y eso que tengo mi vena artística bastante marcada.


A veces no logro descifrar lo que otros llaman arte. Una vez, en el MOMA vimos una pieza exhibida con el mayor de los cuidados, que no era más que una hoja de papel arrugado, con algún nombre rimbombante como "La piedad que engendra al demonio niño". Desconcierto.


Arte debería ser producto de algo más. No intento entenderlo, no hace falta. Pero, en serio? Una hoja de papel arrugado...


El jueves, fuimos a una exposición en la Agencia Ars, que presentaba la obra de Starsky Brines. No se dejen engañar, no es ningún inglés, europeo ni mucho menos gringo. Es un venezolano de Maturín. No digamos más sobre por qué el nombre tan poco criollo.


Puro arte ingenuo. Pocas piezas me gustaron, pues parto de la idea - bastante básica, quizás y poco culta, como dirían algunos- que si pareciera hecho por mi mi sobrino, prefiero mil veces su "arte" en mi nevera, que cualquier cuadro en mi pared.


Claro, al menos un par de cosas me llamaron la atención. De hecho, punto aparte estaba una maravillosa vitrina con "corotos" viejos. Y yo caigo rendida ante esas divinas "antigüedades". Les dejo acá lo que más me gustó.


  



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario