Activado el reloj de doña. Luego de la fiesta del titiaro, en la cual brinqué desde que llegué hasta que me fui, lo ideal era que descansara y durmiera hasta la 1.00 pm.
¡Pero que va! Ya a los 31 se activa el reloj de viejita, ese cuya normativa indica: "No importa a la hora que se acueste, que a las 7.00 am abrirá los ojitos y no no dormirá otra vez".
Y así fue, con apenas 3 horas y media de sueño, no logré volver a dormir. Lo peor es que al poner los pies en el piso se activó un extraño dolor de rodillas y espalda. Y ante esos casos ¿qué hace una mujer hecha y derecha de 31 años recién cumplidos? Va a casa de su mami a pedir consentimiento.
Y así fue, mi mamá me hizo el desayuno, Sebastián me recibió como todo un caballero con flores, chocolates y un dibujo. Luego de dormir la siesta abrazada con él, me fui a la casa a bañarme y tratar de retomar fuerzas para ir a cenar con las chicas.
A dormir la siesta |
En mokambo |
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