5.11.2011

De cómo el 8 no es un número mágico


"8 kilos por encima del peso ideal" fue lo que me dijo la nutricionista cuando fui hace más de un mes. Crisis. Sabía que estaba "màs gordita", pero 8 no era el número que esperaba oir. Además, 8 kilos en una humanidad de 1,49 metros es igual a multiplicar esa suma por 2. La grasa no tiene mucho espacio donde distribuirse y la herencia española establece claramente las "zonas" donde debe instalarse a vivir la grasa cual inquilina de por vida.

Así que plan de emergencia. Paso número uno: aprender a comer. Uno de mis problemas, según la doctora, no es el exceso de comida, sino más bien la falta de ella. Antes no desayunaba nunca, sólo almorzaba; y en las noches era poco o grasiento lo que comía. 

Para evitar eso, me mandó a comer al menos 5 veces al día, cosa que me ha costado un mundo. Eso de andar con fruticas, y yogurt encima es muy complicado. Cómo me salgo de una reunión en la oficina para comerme una manzana? De 5, he logrado hacer 4 comidas al día.

Además, decidí hacer ejercicio. Pero algo entretenido, nada de eso de ir a un gimnasio, a sudar la gota gorda, mientras un poco de chicos y chicas todas perfectas disfrutan visualmente de cómo se ven a sí mismos en el espejo.

Así que retomé el tenis. Bueno, más que retomar, volví a empezar pues no jugaba desde que tenía 12 años. Y comencé a hacer Pilates, dos veces por semana, donde supuestamente a la clase número 11 comienzas a ver cambios.

Es bastante particular, y más difícil de lo que esperaba. Cualquier ejercicio, debe ir acompañado por un montón de indicaciones que tienes que hacer al mismo tiempo: respirar sintiendo que el aire sólo llega a las costillas, ni a la barriga ni subiendo los hombros, a las costillas.

Luego debes apretar el piso pélvico, una serie de músculo ubicados en alguna parte de tus genitales... Cada vez que la instructora dice: "succiona tu sexo", a mi me da un ataque de risa.

Además, debes meter el ombligo. "Lleven el ombligo hacia atràs, que toque la espalda". Por supuesto, cuando tienes 8 kilos de más, la instructora siempre se acercará a decirte: "mete ese ombliguito". Y uno por dentro: mira, motherfucker, lo estoy metiendo, pero hay una capa de grasa así de gruesa, que hace un efecto como si no estuviera haciendo nada!

Esos son los primeros 3 minutos de la clase: "respiren con las costillas, apreten el piso pelvico, succionen sus genitales, y metan el ombligo... ahora vamos a empezar..." Abdominales, piernas, brazos, y todos los ejercicios inimaginables se deben hacer con todo eso apretado. Parece imposible.

Apenas voy por la tercera clase, así que me quedan 8 más para ver algun cambio (Tantas clases como kilos... si fuera tan fácil como rebajar los 1.000 gramos por cada sesión). Por supuesto, que al terminar salgo muerta de hambre, y para evitar echar para atrás todo lo que llevo, me trago mi lata de atún viendo las viejas temporadas de America`s Next Top Model, a RuPaul y sus chicas o los episodios repetidos de Project Runaway... Todas sin los benditos 8 kilos de más...

2 comentarios:

  1. Ay mi Tibs, por lo menos son 8 y no 12 que son los que me sobran a mi en estos momentos... y eso despues de haber competido en un medio maraton!

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  2. estos ocho, me los he tomado con "calma"... Pero que desesperación....

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